En su gran mayoría las personas consumen alcohol por razones de sociabilidad, por imposiciones culturales, por diversión o por mero esparcimiento. Cualquiera sea el caso, nunca estamos exentos a tomar una copa de más. Afortunadamente hay algunos trucos para hackear la “resaca” y minimizar sus efectos indeseados.
Antes de comenzar tengamos en cuenta lo siguiente. Cuando el alcohol ingresa en nuestro sistema 20% del mismo es absorbido de forma inmediata por nuestro estómago y el 80% restante por nuestro intestino delgado. A medida que nuestro corazón bombea sangre el alcohol se re-distribuye al resto del cuerpo incluyendo nuestro sistema nervioso central y nuestro cerebro. Esta es una de las razones por la cual nos mareamos, perdemos nuestros reflejos y también el motivo que nos hace estar más desinhibidos. Pero hay otro problema con el alcohol: la resaca.
Para hackear la resaca hay cosas que tenemos que hacer antes, durante, y luego de tomar alcohol. Si están por ir a una cena, reunión social y van a beber, sigan estos pasos.
En primer lugar, si van a tomar es importante que coman bien. Ingerir proteínas de buena calidad, vegetales y ácidos grasos (i.e. manteca, aceite de coco) nos ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en sangre. Esto es importante ya que el hígado utiliza glucosa para metabolizar el alcohol. Una caída abrupta del azúcar en sangre nos quita energías y nos hace sentir mal. Comer milanesa con papa fritas, hamburguesas y harinas solo agrava el problema asique eviten ingerir este tipo de cosas.
En segundo lugar, es importante saber qué tipo de alcohol es más aconsejable. El Gin de buena calidad siempre es mejor que tomar una cerveza. Por varias razones. La cerveza tiene muchas toxinas debido a su proceso de fermentación, además que contiene gluten (las gluteomorfinas son proteínas pro-inflamatorias). Las bebidas como el vodka o el gin al ser destiladas son mejores que bebidas como la cerveza o el vino tinto. A su vez, nuestro cuerpo produce ciertos químicos (acetaldehyde) a medida que metabolizamos el alcohol. Estos químicos son realmente malos y son proporcionales a la cantidad y la calidad de alcohol que ingerimos.
En este sentido, algunas bebidas son mejores que otras. Afortunadamente, la gente de The Bulletproof Executive se tomó el trabajo de armar una infografía con un listado de distintas bebidas rankeandolas desde las menos hasta las más nocivas para nuestra organismo. En el grupo de las más recomendables están el vodka, gin, tequila y el whiskey. En el grupo de los menos recomendables están la cerveza, el vino tinto, y las bebidas dulces/coloridas. El champagne y el vino blanco están a mitad de camino.
Antes de tomar hagan lo siguiente. Tomen vitamina C (500mg es suficiente…esto equivale a medio comprimido ya que suelen venir de 1000mg), acido alfa lipoico también conocido como acido tioctico (100mg es suficiente) y NAC (N-acetilcysteina). Estas tres vitaminas se consiguen en cualquier farmacia y no necesitan receta. Además son relativamente económicas. La razón para tomar las tres de forma simultánea se debe a que las mismas son precursoras de un anti-oxidante natural llamado glutatión, que nuestro hígado produce naturalmente. El glutatión es el anti-oxidante más potente de nuestro organismo. Nos ayuda a detoxificar, a eliminar toxinas y también nos ayuda a metabolizar el alcohol. Cuanto más glutatión producimos, mejor. Cuanto más alcohol ingerimos más glutatión necesitamos. Para producir glutatión necesitamos vitamina C + acido alfa lipoico + NAC.
A medida que nuestro hígado procesa y metaboliza el alcohol nuestro organismo libera un químico llamado “acetaldehyde”. Este químico además de ser bastante tóxico deteriora nuestros tejidos (i.e. piel), nuestra salud hepática y es uno de los responsables de generar la sensación de “resaca”. Cuanto mayor es nuestra reserva de glutatión menor es el daño ocasionado por el acetaldehyde. Por eso, necesitamos ingerir las tres vitaminas. Para los que puedan conseguir, existen las tabletas sub-linguales de glutatión (van de 50mg hasta 500mg). Parecen muchas cosas, pero esto es lo que hace la diferencia.
Otra buena idea es agregar un comprimido de Selenio (no más de 200mcg) y de vitamina B1 ya que en muchas personas el consumo prolongado de alcohol reduce las reservas de este mineral y de las vitaminas del complejo B.
Sigamos con otro punto importante. La hidratación. Tomar alcohol nos hace ir al baño. Por dos razones. La primera es por sus efectos diuréticos. La segunda es que el alcohol contiene toxinas. Cuando nuestros riñones detectan el ingreso de toxinas a nuestro sistema intentan eliminarlas a través de la orina. Esto causa deshidratación. La solución? Tomar agua constantemente.
Que hacemos antes de ir a dormir? Un par de cosas más. Por un lado, pueden tomar “carbón activado” que sirve para “pegarse” a las toxinas y favorecer su eliminación. Manténganse hidratados tomando más agua y hagan dos cosas más (i) tomen de nuevo las tres vitaminas que mencionamos anteriormente para reforzar la producción de glutatión, y (ii) consuman dos o tres cucharadas de miel para mantener estables los niveles de glucosa mientras duermen (esto último va a ayudar durante la noche mientras continúan metabolizando el alcohol).
Si hacen esto lo más probable es que puedan levantarse sin sentir que les taladraron la cabeza. Van a tener más energía y no van a perder uno o dos días recuperándose.
Por último. Ni bien se levanten hagan estas últimas dos cosas. Tomen otro comprimido de 500/1000mg de vitamina C y un vaso de agua (si es agua de coco, mejor todavía) con sal marina o sal del Himalaya (sal rosada). Esto les va a servir para tener más energía ya que este tipo de sales apoyan la función de las glándulas adrenales y también ayudan a estabilizar los niveles de sodio y potasio.
Hasta acá es todo lo que la ciencia puede hacer por ustedes para minimizar los efectos del consumo de alcohol. No obstante, hay otras razones por las cuales no deberían consumir alcohol o hacerlo de forma muy moderada, y que tiene que ver con los efectos de largo plazo.
LOS PROBLEMAS CON EL CONSUMO DE ALCOHOL
El alcohol junto con la azúcar, la cafeína, y la nicotina, es una de las principales cuatro cosas que la gente consume regularmente sin percibir realmente cuál es su efecto sobre la salud.
A pesar que hay estudios que muestran que un consumo “moderado” u esporádico (no regular) de alcohol reduce el riesgo de demencia en un 35%, el consumo habitual y prolongado de bebidas alcohólicas provoca deficiencias en las reservas de vitaminas B (influyen sobre el estado de ánimo, la concentración y la motivación), reduce el metabolismo cerebral, y también actúa como un neuro-tóxico. Los efectos inmediatos también pueden ser graves. La ingesta de alcohol estimula la producción de insulina y por ende acelera el metabolismo de la glucosa, lo que a su vez puede ocasionar una caída abrupta del azúcar en sangre…que puede ser fatal para personas con diabetes. No bueno.
El alcohol no solo destruye el hígado. Muchos alcohólicos crónicos desarrollan patologías mentales como demencia, trastornos obsesivos compulsivos, irritabilidad. Es lo que ocurre con los casos de encefalopatía hepática donde los pacientes suelen sufrir de episodios de demencia ya que el hígado ya no tiene capacidad para eliminar toxinas y bacterias que son tóxicas para el cerebro. Otro ejemplo es la encefalopatía de Wernicke y el síndrome de Korsakoff donde el consumo crónico de alcohol produce una deficiencia crónica de vitamina B1 (tiamina) e incluso deficiencia de vitamina B6. Esta última ayuda a convertir el aminoácido triptófano en serotonina (el neurotransmisor responsable por nuestro estado de ánimo).
Los scanners como el SPECT (Single Photon Emission Computarized Tomography) nos muestran que los alcohólicos suelen tener menor actividad en la zona pre-frontal (mayor impulsividad, peor toma de decisiones, menor inhibición) y en los lóbulos temporales (impulsividad e inestabilidad en el estado de ánimo). Vean las siguientes fotos comparativas de un SPECT hecho sobre un cerebro “sano” y otro de una persona con problemas de alcohol. Adivinen cuál es cual.
En conclusión, consumir alcohol regularmente conduce a problemas de inestabilidad del estado de ánimo, envejecimiento cerebral prematuro, y declive cognitivo (i.e. concentración, memoria).
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Como siempre, salud y éxitos!
Mariano M.
Referencias:
Steven Wm. Fowkes. Alcohol, Reducing Power and Oxidative Stress. Ceri, 1999. https://goo.gl/WMrzJQ
Mukamal, K.J., et al. 2003. Prospective study of alcohol consumption and risk of dementia in older adults. JAMA 289 (11):1405-1413
Daniel Amen. The Liquid Menace: Alcohol. http://goo.gl/Pi3iBp
Dave Asprey. Hangover Prevention & Recovery. http://goo.gl/KpJOED
Bulletproof Alcohol Infographic. https://goo.gl/4A6niq
Daniel Amen. Change your Brain Change your Life, 1998, Three River Press.
Alcohol and your Brain. https://goo.gl/wlJkti
