¿Para que sirven los anti-oxidantes?

A menudo escuchamos hablar sobre la importancia de ingerir alimentos con alto contenido de “antioxidantes” y de mantener una dieta colorida y balanceada como un pilar fundamental para gozar de buena salud.

Hoy vamos a dar una explicación conceptual sobre qué son los antioxidantes y cómo funciona el stress oxidativo en el cuerpo  lo cual nos ayudará a comprender cuán esenciales son los alimentos ricos en antioxidantes.

Para tener una idea básica sobre el proceso oxidativo, piensen en la forma en que el metal se oxida o en cómo una manzana se vuelve marrón una vez que la cortamos en dos o más pedazos. Estos no son más que signos de degeneración. Se trata de señales visuales de oxidación, que son útiles para comprender lo que puede suceder internamente en nuestro organismo cuando este proceso no se controla.

Es importante tener en cuenta que la oxidación es un proceso natural que ocurre en el cuerpo todos los días como parte básica de nuestro metabolismo, pero ciertas cosas pueden acelerarlo, como fumar, beber alcohol, la exposición a contaminantes ambientales, el estrés y comer alimentos procesados ​con grasas y carbohidratos refinados. Todos estos elementos crean un mayor riesgo de inflamación crónica y aumentan la probabilidad de enfermarnos.

La oxidación comienza a nivel molecular. Para que una molécula sea estable, tiene que tener una cantidad uniforme de electrones. Cuando las moléculas pierden un electrón, se convierten en radicales libres. Esto puede suceder cuando están expuestas a pro-oxidantes como las moléculas reactivas derivadas del oxígeno o nitrógeno que surgen como sub-productos naturales cuando nuestras células producen energía, pero también pueden provenir de otros factores externos/ambientales como mencionamos en el párrafo anterior.

Dado que a los electrones les gusta andar en pares, los radicales libres que poseen una cantidad desigual de electrones andan a la caza de su electron faltante que tratan de obtener de otras moléculas, causando así una peligrosa reacción en cadena al convertir las moléculas estables en radicales libres. Teniendo en cuenta que los radicales libres pueden dañar las células, las proteínas, los lípidos y el ADN, que dañan diferentes tejidos en todo el cuerpo, es fácil comprender por qué son tan nocivos.

El cuerpo, con todas sus increíbles capacidades, por supuesto, viene equipado con un sistema endógeno para hacer frente a la acción de estos radicales libres.

Aquí es donde entran en juego los antioxidantes, algunos de los cuales se producen naturalmente como parte de los procesos metabólicos normales de nuestro cuerpo y otros los podemos obtener a través de la alimentación o la ingesta de suplementos. Los antioxidantes endógenos (aquellos producidos dentro del cuerpo) pueden aparecer en forma de micro-nutrientes o enzimas. Por eso es tan importante la alimentación adecuada ya que dichas enzimas requieren de las vitaminas y los minerales adecuados para activarse y hacer su trabajo.

Los problemas surgen cuando los radicales libres superan en número a la capacidad del cuerpo para sofocarlos; Este desequilibrio se llama estrés oxidativo. El estrés oxidativo está relacionado con la inflamación, el envejecimiento acelerado, el cáncer, la demencia y una amplia variedad de otras enfermedades crónicas. Es por esto que comer una dieta rica en antioxidantes es una parte importante de la prevención de enfermedades.

¿Recuerdan cómo mencionamos que los radicales libres tienen un número desigual de electrones, pero que las moléculas estables prefieren tener electrons en pares? Bueno, algunos tipos de antioxidantes pueden evitar el estrés oxidativo brindando uno de sus electrones adicionales, neutralizando así la acción de los radicales libres y deteniendo la cascada dañina de efectos indeseables. Otros antioxidantes, aquellos que actúan a nivel enzimático, pueden descomponer y eliminar los radicales libres de manera directa.

Hay diversos tipos diferentes de micro-nutrientes que actúan directamente como antioxidantes y apoyan las enzimas beneficiosas, como son las vitaminas A, C, E, el selenio, el cobre y el zinc.

Al igual que estos últimos también se pueden obtener bajo la forma de suplementos otros anti-oxidantes igual de importantes e incluso más potentes como son el ácido alfa lipoico, la N-acetil-cisteína e incluso el propio glutatión, el agente anti-oxidante más importante del cuerpo.

Comer alimentos ricos en nutrientes ayuda a combatir el estrés oxidativo al proporcionar a esas enzimas protectoras el combustible adecuado y al apoyar la capacidad natural del cuerpo para reciclar antioxidantes.

Este es un ejemplo perfecto de por qué para muchos expertos la comida actúa como una medicina: a través de sus micro-nutrientres muchos alimentos brindan a nuestro organismo los ingredientes correctos para combatir enfermedades y mantenerse fuertes.

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